Diabetes y depresión ¿cómo se rompe el circulo vicioso?
Diabetes y depresión
El bienestar emocional es una parte importante del cuidado y el autocontrol de la diabetes, yo como endocrino online lo he visto mucho.
Los problemas psicológicos y sociales pueden afectar la capacidad del individuo o de la familia para llevar a cabo las tareas del cuidado de la diabetes y, por lo tanto, comprometer potencialmente el estado de salud de las personas con diabetes y depresión. Esto puede ser especialmente marcado en el inicio de diabetes.
Existen varias oportunidades en la atención del paciente con diabetes para evaluar el estado psicosocial de la persona de manera oportuna y eficiente. Esto puede incluir la derivación a los servicios apropiados. Una revisión sistemática y un metanálisis mostraron que las intervenciones psicosociales mejoraron modesta pero significativamente la A1C (diferencia de medias estandarizada –0,29%) y los resultados de salud mental (204). Sin embargo, hubo una asociación limitada entre los efectos sobre la A1C y la salud mental, y ninguna característica de la intervención predijo un beneficio en ambos resultados.
Diabetes y estrés
Las personas con enfermedades crónicas son más propensas a sufrir trastornos psicológicos, como es el caso de diabetes y depresión. En especial ansiedad y depresión.
En el caso de la depresión, los antecedentes de depresión, la depresión actual y el uso de medicamentos antidepresivos son factores de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, especialmente si el individuo tiene otros factores de riesgo como obesidad e historial familiar de diabetes tipo 2. Los trastornos depresivos o su sintomatología afectan casi un 25% de los pacientes con DM.
Los profesionales sanitarios debemos tenerla en cuenta en todos los momentos del proceso de la enfermedad diabetológica, especialmente con antecedentes de depresión. Uno de los momentos más importantes para detectar o evaluar sintomatología depresiva sería al diagnóstico de la enfermedad, o en momentos de la enfermedad en el que haya un empeoramiento marcado o aparición de nuevas complicaciones/tratamientos.
Es importante para su correcto tratamiento detectar cual es el posible origen del malestar con el fin de prevenir la aparición de la depresión o de detectarla y tratarla lo antes posible. Si se potenciara el conocimiento de la esfera emocional (psicoeducación podría denominarse también) de la persona se podría ayudar a que el mismo paciente detecte la depresión e inicie los mecanismos para su autocuidado. Esto haría ver la depresión no es “un problemón intangible y sin cura”.
Depresión y diabetes mellitus tipo 2
La diabetes y depresión conlleva un peor autocontrol y una menor motivación para realizar ejercicios y actividades de autocuidado por varios motivos:-Falta de motivación por la propia salud,
– Baja percepción de severidad de la enfermedad.
– Locus de control externo: la responsabilidad se deposita en aspectos externos, con lo cual el paciente no considera que tenga que implicarse en el tratamiento.
Es llamativo que la prevalencia de depresión en personas con DM2 es mayor que en personas con Dm1 (según el estudio Dawn-2 de 2013), incluso aunque los primeros tenían menores tratamientos o inconvenientes por su patología. No se relaciona con la cantidad de inyecciones o tratamientos si no como “sentimos la diabetes”
Hay varios motivos por los cuales un paciente con diabetes y depresión puede sentirse más deprimido (especialmente alguien con Dm2), el tener una patología crónica, el sentir que nos hacemos mayores, darle excesiva importancia en el día a día o por tener que “sufrir” cambios en nuestras rutinas que nos son impuestos, sentimientos de culpabilidad, no querer preocupar a la familia con sus cosas, no saber que la depresión se trabaja y se cura con los especialistas, existencia de dudas sin resolver, juicios a cerca de la persona, etc…
Finalmente, el inicio del tratamiento con insulina, se interpreta en muchas ocasiones como “fase terminal” de la diabetes y un acúmulo de errores vitales que nos han llevado a un “callejón de salida”. Nada más lejos de la realidad, cada diabetes es un mundo y cada una necesita su tratamiento adecuado para estar lo mejor controlada posible.
Consejos para llevar mejor emocionalmente la depresión.
Desde el punto de vista práctico y más orientado a pacientes con diabetes y depresión; hay que hacerles llegar que “hay días y situaciones en las que todos nos sentimos tristes, desganados, desesperanzados y sentirnos así está bien, es NORMAL, cuando una persona está deprimida siente durante semanas que la vida es una pesada carga” en palabras de Iñaki Llorente. Esto nos sirve para aprender mucho sobre nosotros mismos y el funcionamiento de nuestro cuerpo y mente, llorar no es malo, y tener un día “raro” es igual de válido que tener un día “por todo lo alto”.
Llegados a este momento en el que se reconocen varios síntomas de depresión o se ha realizado el diagnóstico clínico por parte de un experto en salud mental. ¿Qué podríamos fomentar que realice el paciente para salir de esta situación?
Diabetes y psicología.
En un listado de recomendaciones realizado por parte de Iñaki Llorente a la fundación de Diabetes se exponían los siguientes consejos que te pueden ayudar con la diabetes y depresión:
1.- Pedir ayuda a tu profesional sanitario de confianza o a varios de estos. Hay múltiples personas que te pueden ayudar desde el endocrinólogo, pasando por otros especialistas como el médico de familia y comunitaria. Sin embargo, lo mejor y lo más efectivo es hacer terapia con un psicólogo para tratar la depresión y dejar al resto del personal sanitario que se encarguen de la diabetes. Tampoco debemos olvidarnos del personal de enfermería del centro de salud o educadoras de diabetes, que nos pueden ofrecer apoyo y ayuda cercanos.
2.- Es fundamental la comunicación con los tuyos, si tu gente no sabe que estás mal no podrán ayudarte y desde luego tus seres queridos querrán apoyarte. Simplemente aún no lo saben o no saben cómo.
3.- Recomendación de realizar ejercicio físico de forma regular. Es una forma excelente de aparcar a un lado las preocupaciones del día a día y autocuidarse.
4.- Cuidar tus horas de sueño y comida. Para luchar la batalla hay que tener las herramientas bien afiladas.
5.- Evita la toma de decisiones en los días que estés peor y déjalos para aquellos que te notes mejor. Es importante realizar decisiones objetivas.
6.- Es importante no dejar de tomar la medicación diabetológica, el empeoramiento del control diabetológico en pocas ocasiones puede ayudarte y muchas veces pondrá un granito más en el problema. En el caso de que tengas medicación que intente mejorar tu estado de ánimo, no dejes de tomarlo de forma inmediata. Si notas que no te hace efecto, debes darle un tiempo a la intervención farmacéutica o psicológica y siempre puedes comentárselo a tu psiquiatra/psicólogo para que revise su actuación, antes de dejarla por tu cuenta.
Nota: este artículo no se podría haber realizado sin la colaboración de Sofía Cáceres y Desirée Castellano. Ambas psicólogas tituladas y en ejercicio profesional actual ayudando a pacientes de todo ámbito.