Disbiosis Intestinal

¿Qué es la disbiosis intestinal? ¿Qué es la flora o microbiota intestinal? Te contamos los síntomas, causas y tratamientos de la disbiosis, así como una dieta y unas pautas para prevenirla.
Índice de Contenidos

¿Qué es la Disbiosis Intestinal?

La disbiosis intestinal es el desequilibrio de la flora o microbiota intestinal. Eso suele producirse por un estilo de vida caótico, horarios irregulares, contaminación lumínica, utilizar demasiado los dispositivos electrónicos y los cambios bruscos de horario en fines de semana. Estos desequilibrios afectan a nuestra salud y se pueden detectar por un análisis.

Se denomina disbiosis intestinal a los cambios producidos en el sistema digestivo que alteran el equilibrio entre las bacterias beneficiosas y las patógenas. Cuando se produce tal desequilibrio, el intestino se hace vulnerable, pero puede afectar además a todo el organismo, en forma de alteraciones metabólicas e inmunológicas.

disbiosis intestinal

¿Qué es flora intestinal o microbiota?

La flora intestinal o microbiota está formada por un conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, parásitos, arqueas, virus) que residen en nuestro intestino. Según su comportamiento pueden diferenciarse en comensales, mutualistas o patógenos.

Los microorganismos componen entre 1 y 2 kg de nuestro peso total y hasta un 70% de nuestras heces. Estas se encuentran en todo el tubo digestivo, desde la boca hasta el colon. No obstante, en el estómago y en el duodeno tenemos pocos microorganismos por que las secreciones ácidas, biliares y pancreáticos destruyen la mayor parte de los que ingerimos; además el movimiento del intestino delgado dificulta también su colonización.

En cambio, el número de bacterias aumenta según nos vamos acercando al colon o intestino grueso, ya que en él los microorganismos tienen más facilidad para proliferar, porque el tránsito es lento, aproximadamente de entre 2 y 4 días.

Se estima que el número de bacterias en el colon de un hombre de referencia (20- 30 años, 170 cm de altura y 70 kg de peso) es de unos 38 billones, mientras que el número de células humanas en un hombre adulto estándar es de unos 30 billones aproximadamente. Por eso se calcula que la proporción de microorganismos respecto a células humanas es de 1,3:1. La exposición a una población tan grande y diversa, hace que el intestino sea el componente más grande y complejo del sistema inmunitario.

Importancia de mantener la microbiota en equilibrio

Una alteración en nuestra microbiota no sólo puede tener efectos negativos sobre nuestro peso corporal, haciéndonos engordar, sino que afecta al estado de ánimo y a nuestro estado inflamatorio y fisiológico. A la larga, termina afectando a nuestra salud y al sistema inmunológico.

El mantenimiento de una flora saludable va a tener un efecto recíproco sobre la secreción de las hormonas y péptidos gastrointestinales, contribuyendo a una mejor salud digestiva y sistémica, por lo que es fundamental velar por su cuidado.

Disbiosis intestinal: síntomas.

Algunos de los síntomas que se presentan y que pueden indicar un desequilibrio intestinal, son los siguientes:

  • Dolor abdominal.
  • Hinchazón.
  • Estreñimiento.
  • Diarrea.
  • Flatulencias.
  • Acidez.
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Intolerancias (malabsorción).
  • Dificultad para perder peso.
  • Mucosidad en las heces.
  • Fatiga.
  • Otros síntomas no digestivos: retención de líquidos, acné, comezón…

Cuando hay disbiosis, se inflama el intestino, no se absorben adecuadamente los nutrientes y aparece esta sintomatología. A pesar de que nuestra microbiota tiene una gran capacidad de adaptación hay veces que esto falla, ya que se encuentra determinada por la composición y la estabilidad de la microbiota.

Tipos de Disbiosis

La disbiosis intestinal se puede dividir en 3 tipos, que se pueden dar juntos, lo más común, o separados. Para conocer el tipo de patología, se recomienda un estudio de disbiosis intestinal. Este análisis mostrará qué tipo de desequilibrio presenta la flora. Los tres tipos de desequilibrios son:

  • Disbiosis intestinal por excesivo crecimiento : en la microbiota intestinal se encuentran microorganismos que tienen un alto potencial patógeno. Estos normalmente permanecen en niveles controlados. Sin embargo, bajo determinadas circunstancias, se puede producir un sobrecrecimiento de estas bacterias patógenas, en concreto, de la familia Enterobacteriaceae, género que se encuentra muy relacionado con el desarrollo de enfermedades autoinmunes y digestivas.
  • Disbiosis intestinal por pérdida de microorganismos beneficiosos: las bacterias beneficiosas de nuestra microbiota cumplen funciones muy relevantes. Una de ellas es la producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFAs) como el butirato. Estos ácidos grasos ejercen una acción inflamatoria y se han relacionado con la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas. Tener una adecuada presencia de Bifidobacterias en nuestra microbiota influye positivamente en nuestro sistema inmune y protege nuestra barrera intestinal.
  • Disbiosis intestinal por pérdida de diversidad microbiana: varios estudios coinciden en que una mayor diversidad microbioma intestinal aporta numerosos beneficios al organismo, dada su relación con una menor susceptibilidad a sufrir alergias y asma.

disbiosis intestinal ejemplos

Disbiosis intestinal: causas

Las principales causas que pueden originar este trastorno son:

  • Toma excesiva de antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos: los antibióticos ejercen su acción tanto en las bacterias autóctonas como en las patógenas, puesto que no las diferencian, destruyendo parte de los microorganismos que nos protegen frente a patógenos. Esto hace que nos volvamos más vulnerables frente a la colonización de agentes expertos, por lo que solo han de tomarse en casos estrictamente necesarios.
  • Enfermedades psicológicas como estrés o depresión: numerosos estudios sugieren que el estrés modifica nuestra flora intestinal incrementando la cantidad de bacterias patógenas y el riesgo de sufrir enfermedades autoinmunes. El vínculo entre la microbiota y nuestro cerebro cada vez está más confirmado, así como también el impacto que éste ejerce en nuestra salud.
  • Mala alimentación: es muy importante seguir una alimentación equilibrada y variada, que permita a nuestro organismo disponer de una amplia variedad de nutrientes esenciales. El abuso de alimentos procesados ricos en azúcares y grasas de mala calidad acompañado de bajo consumo de frutas y de verduras y de alto consumo en carnes rojas predispone a una microbiota alterada y a un efecto inflamatorio en la mucosa intestinal.
  • Alcohol: las especies reactivas de oxígeno producidas por el metabolismo del alcohol pueden provocar inflamación intestinal aumentando así la permeabilidad intestinal y la composición de la microbiota.
  • Genética: la genética influye en la composición de nuestra microbiota intestinal, concretamente sobre qué tipo y cantidad  de bacterias se alojan en nuestro intestino. El tipo de parto de la madre así como los meses de lactancia también influyen en esta composición.
  • Píldoras anticonceptivas: el ambiente alto en niveles de estrógenos que generan las píldoras, aumenta la adherencia de hongos y bacterias a la superficie del tracto mucoso de la vagina. Esto provoca una mayor incidencia de infecciones vaginales, periodontitis y gingivitis, mayor frecuencia de infecciones respiratorias y alteraciones en la funcionalidad intestinal.
  • Obesidad: mantener el peso dentro de lo establecido es fundamental y evitar el síndrome metabólico. Además, cuando se presenta una desquilibrio intestinal se produce un desequilibrio de la homeostasis energética, que puede provocar aumento de peso y obesidad. Mantener el equilibrio de la microbiota también influye en los procesos metabólicos del organismo, ayudando a mantener un peso adecuado.

Es muy importante hacer un análisis para dar con la causa de cada paciente. Pese a que se recomienda evitar todas las posibles causas, es posible que se produzca por una causa concreta.

Disbiosis intestinal test, análisis y diagnóstico

Ante la sospecha de la existencia de desequilibrios de la flora, se recomienda un estudio de disbiosis intestinal. El especialista puede solicitar la realización de un examen de heces y un coprocultivo, con el que se cuantifica la flora intestinal a partir de concentraciones óptimas de los siguientes microorganismos:

  • E. coli
  • Enterococcus sp
  • Lactobacillus sp
  • Bifidubacterium
  • Bacteroides sp

Disbiosis intestinal tratamiento natural

Para recuperar el equilibrio intestinal alterada por una desequilibrio intestinal y devolver el equilibrio, es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones:

  • Aumentar las proteínas de buena calidad: huevos, pescado, carnes, legumbres.
  • No abusar de los hidratos de carbono hasta conseguir mantener este equilibrio: azúcares y harinas, incluido el pan y las harinas integrales.
  • Aumentar el consumo de grasas saludables: pescado azul, aceite de oliva, aguacate y frutos secos.
  • Hacer ejercicio físico al menos 2 días por semana, aproximadamente unos 150 min.
  • Incrementar el consumo de alimentos prebióticos y fibra: legumbres, cereales integrales, cebolla, plátano…
  • Evitar el estrés, tabaco, alcohol y sedentarismo.
  • Dormir 8 horas diarias y descansar adecuadamente.

Dieta para disbiosis intestinal

La alimentación juega un papel fundamental en la prevención de los desequilibrios intestinales, por lo que seguir determinadas pautas alimenticias no solo mejoran la función intestinal, sino que tienen un efecto beneficioso en la salud en general:

  • Consumir más alimentos ricos en quercetina: trigo sarraceno, manzana, ajo, cebolla, espárragos.
  • Aumentar el consumo de polifenoles como arándanos, frambuesas, granada, cacao, frutos secos.
  • Aumentar las proteínas de buena calidad: huevos, carnes, pescados, legumbres.
  • Aumentar el consumo de verduras, tanto en el almuerzo como en la cena. Los alimentos de origen vegetal serán nuestros aliados.
  • Comer de dos a tres piezas de fruta al día.
  • Reducir el exceso de azúcar, ultraprocesados e hidratos de carbono refinados.
  • Evitar el consumo de estimulantes como cafeína y alcohol.
  • Consumir productos fermentados como el kéfir, el yogur, el miso y el tempeh.
  • Aumentar el consumo de prebióticos como la zanahoria, los espárragos, la alcachofa o la patata.

Estos alimentos son una buena forma de tratar de recuperar el equilibrio intestinal y eliminar la posibilidad de sufrir enfermedades crónicas.

Alimentos a evitar en la disbiosis intestinal

Los alimentos que han de evitarse por agravamiento de los síntomas en esta patología son:

  • Alimentos con alto contenido en proteína animal: el consumo excesivo de carnes rojas y procesadas causa la disminución de bacterias beneficiosas y el aumento de bacterias patógenas, aumentando el riesgo cardiovascular y el riesgo de cáncer de colon.
  • Alimentos ricos en grasas saturadas: un consumo excesivo de grasas saturadas puede disminuir los microorganismos beneficiosos en el intestino. Existe una estrecha relación entre el intestino y el cerebro, por lo que una de las consecuencias de un alto consumo de grasas saturadas es la aparición de trastornos depresivos.
  • Alimentos que contienen azúcares añadidos: como la bollería industrial, que además de azúcar, contiene ácidos grasos saturados y trans. Es importante prestar especial atención al etiquetado nutricional para saber identificar estos componentes en el alimento.
  • Alimentos procesados y emulgentes artificiales: los emulgentes son aditivos muy usados en la industria alimentaria y su consumo altera la microbiota, favoreciendo además la aparición de la obesidad y de diabetes. Es frecuente en alimentos como el pan industrial, chocolates, los helados, las margarinas y la carne procesada, en especial las salchichas.
  • Bebidas alcohólicas: el alcohol aumenta la permeabilidad intestinal y disminuye la diversidad microbiana, por lo que altera la composición intestinal tras aumentar el número de bacterias patógenas.

disbiosis intestinal causas

Medicamentos que causan disbiosis intestinal

Hay medicamentos que ocasionan desequilibrio intestinal, siendo los antibióticos los principales. Estos modifican la composición bacteriana, ya que dan lugar a una disminución o desaparición de bacterias beneficiosas y a un aumento de bacterias patógenas. En concreto, los antibióticos de amplio espectro disminuyen la diversidad bacteriana y provocan un desequilibrio de Firmicutes y Bacteroidetes. No obstante, la alteración de la microbiota dependerá del tipo de antibiótico, su dosis y el tiempo que se tome. Es por ello, que a pesar de que estos fármacos salven vidas, solo deben tomarse bajo prescripción facultativa.

Otros  medicamentos que también influyen y además se recetan con frecuencia son: protectores estomacales, laxantes, antiácidos,  metformina,  estatinas, antidepresivos, ansiolíticos o anticonceptivos orales.

Recomendaciones para evitar disbiosis intestinal

Cambiar algunas conductas en el estilo de vida pueden ayudar a mejorar y mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y por tanto, la salud intestinal:

  • Mantener una alimentación rica en frutas y verduras. No hay mejor recomendación que los alimentos de origen vegetal.
  • Incluir en la dieta legumbres y frutos secos, por la gran cantidad de fibra que contienen.
  • Moderar el consumo de proteínas de origen animal, optando mejor por el consumo de pescados ricos en omega 3 como el salmón y atún.
  • Favorecer el consumo de alimentos fermentados y prebióticos como el tofu, cebolla o ajo.
  • Practicar ejercicio físico al menos 30 min al día.
  • Mantener una correcta hidratación consumiendo al menos 1.5 L de agua al día.
  • Limitar el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaquismo.
  • Evitar en la medida de lo posible automedicarse y consultar al médico de confianza o al farmacéutico antes de hacerlo. Tener siempre presente que no solo los antibióticos pueden ocasionar desequilibrios intestinales.
  • Evitar en la medida de lo posible las situaciones de estrés físico o psicológico, así como el sedentarismo, el consumo exagerado de alcohol y cuidar la higiene y calidad del sueño, que permitan tener un descanso reparador.

Este artículo no podría haber sido realizado sin la colaboración de Cristina Rosales Diaz Dietista Nutricionista, os invito a visitar su instagram profesional en este ENLACE

Bibliografía

  1. Manual Máster en Nutrición Clínica y Endocrinología, ICNS (Instituto de Ciencias de la Nutrición y Salud)
  2. Dime que comes y te diré que bacterias tienes, Blanca García-Orea Haro
  3. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28512250/
  4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28352996/
  5. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27812084/
Joaquín Puerma Ruiz
Joaquín Puerma Ruiz

Médico especialista en Endocrinología y Nutrición

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