20. Suelo pélvico, con Irene Fernández Centellas

¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es un conjunto de músculos, tejidos y ligamentos ubicados en la parte inferior de la pelvis, que actúan como una especie de «red de soporte» para los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero y el recto.

La salud del suelo pélvico es importante porque cuando estos músculos y tejidos se debilitan o sufren daños, pueden surgir una serie de problemas de salud, incluyendo:

  1. Incontinencia urinaria: Si los músculos del suelo pélvico están debilitados, pueden no ser capaces de sostener adecuadamente la vejiga, lo que puede llevar a la pérdida involuntaria de orina.
  2. Prolapso de órganos pélvicos: Cuando los músculos del suelo pélvico no pueden sostener los órganos pélvicos, éstos pueden descender y presionar contra la pared vaginal, causando dolor y molestias.
  3. Dolor pélvico: El debilitamiento o daño en los músculos del suelo pélvico puede causar dolor crónico en la pelvis.
  4. Disfunción sexual

El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que se extienden desde el hueso púbico hasta el coxis, y que soportan los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero y el recto. Por otro lado, las hormonas sexuales son sustancias químicas producidas por el cuerpo que regulan diversas funciones corporales, incluyendo la reproducción y el desarrollo sexual.

La relación entre las hormonas y el suelo pélvico

En el caso de las mujeres, las hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona, pueden afectar la salud del suelo pélvico. Durante el ciclo menstrual, los niveles de estas hormonas fluctúan, lo que puede tener un impacto en la función del suelo pélvico. Por ejemplo, el estrógeno ayuda a mantener la elasticidad y la lubricación vaginal, lo que puede ayudar a prevenir la sequedad vaginal y el dolor durante las relaciones sexuales. Además, el estrógeno puede ayudar a mantener la fuerza y la tonificación de los músculos del suelo pélvico, lo que puede reducir el riesgo de incontinencia urinaria y prolapsos.

Durante el embarazo, los niveles de hormonas sexuales también cambian. El aumento de los niveles de estrógeno y progesterona puede afectar la elasticidad y la fuerza del suelo pélvico, lo que puede aumentar el riesgo de incontinencia urinaria y prolapsos.

Después del parto, el suelo pélvico puede verse afectado por el estiramiento y la tensión durante el parto, lo que puede llevar a la debilidad y la disfunción del suelo pélvico. En este caso, la terapia hormonal puede ser beneficiosa para ayudar a restaurar la fuerza y la tonificación del suelo pélvico.

Artículos mencionados en este capítulo:

Publicaciones propias relacionadas:

Cuentas recomendadas o mencionadas en el capítulo:

Conoce más sobre tu tiroides y retoma el control de tu salud