¿Qué es el colon irritable y que síntomas tiene?

Sindrome del colon irritable
El síndrome de colon irritable es uno de los trastornos funcionales más frecuentes en la consulta médica y a pesar de que no sea una enfermedad grave, origina síntomas y molestias crónicas que acaba deteriorando la calidad de vida del paciente.
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Cada vez es más frecuente que las personas padecen de colon irritable o síndrome del intestino irritable, un trastorno funcional que afecta al sistema digestivo. Cuando una persona presenta dolor abdominal o hinchazón recurrente acompañado de alteraciones en el hábito intestinal se puede sospechar de la presencia de esta enfermedad. Este síndrome por lo general presenta periodos estables y recaídas, lo cual afecta de manera importante a la persona que lo padece.

La prevalencia en España es de un 8% siendo más frecuente en mujeres de entre 20-50 años. Se estima que al menos 2 de cada 3 adultos presentan síntomas compatibles con él, aunque su diagnóstico requiere de pruebas específicas que descarten otras patologías orgánicas.

Este artículo no podría haber sido realizado sin la colaboración de Cristina Rosales Diaz Dietista Nutricionista, os invito a visitar su instagram profesional en este ENLACE

¿Qué es el colon irritable?

El colón irritable o el síndrome de colon irritable (SII) es uno de los trastornos funcionales más frecuentes en la consulta médica y a pesar de que no sea una enfermedad grave, origina síntomas y molestias crónicas que acaba deteriorando la calidad de vida del paciente. Esto hace necesario un diagnóstico precoz y un abordaje multidisciplinar en su tratamiento para revertir o al menos disminuir las complicaciones derivadas de éste.

Causas del colón irritable

A día de hoy sigue siendo desconocida la causa exacta que origina este trastorno aunque la presencia de algunos factores puede contribuir a su desarrollo. Estos son:

  • Factores genéticos: en varios estudios se ha visto un componente genético, ya que familiares de primer grado de pacientes con este trastorno presentan un mayor riesgo de sufrir la enfermedad.
  • Causas inflamatorias e infecciosas: como episodios de diarrea infecciosa (gastroenteristis) o microorganismos como Shigella o Campylobacter.
  • Alteraciones de la motilidad gastrointestinal: personas que sufren un incremento en las contracciones intestinales como respuesta a estímulos ambientales (estrés o alimentación) presentan un mayor riesgo en esta patología.
  • Causas psicológicas: existe una mayor incidencia en individuos con ansiedad y depresión. Algunos estudios también han relacionado este síndrome con antecedentes de abuso sexual.
  • Hipersensibilidad visceral: estos pacientes presentan una respuesta exagerada a estímulos químicos a nivel intestinal, lo cual puede provocar contracciones anormales que den lugar a la enfermedad.

Categorías de Síndrome de Intestino Irritable (SII)

  • SII con predominio de estreñimiento: heces duras >25% de las ocasiones/heces sueltas o acuosas <25% de las ocasiones.
  • SII con predominio de diarrea: heces sueltas o acuosas >25% de las ocasiones/heces duras < 5% de las defecaciones.
  • Patrón mixto: heces duras >25% de las ocasiones/heces sueltas o acuosas >25% de las ocasiones.
  • Patrón indefinido: anormalidad insuficiente de la consistencia de las deposiciones para reunir los criterios expuestos para el resto de las categorías.

Síntomas del colon irritable en mujeres y hombres

Algunos síntomas que apoyan el diagnóstico y forman parte de los criterios de Roma IV son:

  • Frecuencia de las deposiciones menor o igual a 3 veces por semana o > 3 veces al día
  • Urgencia defecatoria
  • Sensación de evacuación incompleta
  • Emisión de moco en la deposición
  • Sensación de hinchazón abdominal
  • Dolor abdominal al menos 3 días al mes durante los últimos 3 meses

Generalmente, las personas que sufren de colon irritable tienen etapas en las que los síntomas empeoran, y de igual manera, hay ocasiones en que mejoran.

Colon irritable síntomas de alarma:

Sin embargo, se debe acudir al médico si los síntomas habituales se presentan acompañados de signos de alarma, entre los cuales se encuentran:

  • Pérdida de peso no intencional
  • Melenas (sangre digerida en heces)
  • Anorexia por falta de apetito
  • Anemia por deficiencia de hierro
  • Problemas de deglución
  • Dispepsia que no mejora con IBP (inhibidores bomba de protones)

Factores que lo desencadenan

Algunos factores que predisponen a la aparición de la enfermedad son:

  • Dieta: algunas personas presentan hinchazón y gases tras el consumo de hidratos de carbono no fermentables (FODMAP), estimulantes o alimentos ricos en grasa. El tema de alergias e hipersensibilidad a alimentos puede además aumentar o agravar los síntomas por activación inmunitaria.
  • Ciclo menstrual: numerosos estudios han mostrado una prevalencia mayor en las mujeres, especialmente en mujeres pre menopaúsicas que informan exacerbaciones de sus síntomas en el periodo menstrual con menos episodios de distensión abdominal que las mujeres post menopaúsicas.
  • Estrés: la relación entre el estrés y el síndrome de intestino irritable es cada vez más aceptada entre la comunidad médica, ya que se cree que este puede aumentar de forma anormal el movimiento y las contracciones del tránsito gastrointestinal.
  • Disbiosis o alteración de la composición de la microbiota intestinal: se ha visto que personas que sufren este trastorno presentan un aumento de bacterias productoras de metano así como una disminución de Lactobacillus y Bifidobacterium, ambos con efectos antiinflamatorios, con lo que su disminución puede estar relacionada con una inflamación de bajo grado y con alteraciones en el tránsito intestinal.

Factores de riesgo

Algunas características que aumentan la probabilidad de sufrir este trastorno son:

  • Ansiedad, depresión y somatización de emociones: se han relacionado con un tránsito intestinal mucho más lento y una exacerbación de los síntomas digestivos.
  • Coexistencia de otros trastornos funcionales extra digestivos: la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica al provocar molestias a largo plazo pueden contribuir a la aparición de la enfermedad.
  • Edad: las personas mayores de 50 años son las que más riesgo presentan.
  • Patrón de deposiciones variable: uno de los síntomas diagnósticos de este trastorno. Por tanto, aquellas personas que manifiesten alteraciones en la defecación, ya sea diarrea, estreñimiento o alternancia de ambos tendrá un riesgo incrementando.

Colon irritable dolor y otras complicaciones

Algunas de las complicaciones más frecuentes que puede desarrollar el síndrome de intestino irritable son:

  • Deshidratación: a causa de las diarreas, síntoma característico de la enfermedad. Para evitarla se recomienda el consumo de abundante agua, infusiones y zumos de fruta.
  • Desnutrición: debido a la malabsorción de nutrientes en el intestino delgado. Esto hace por tanto necesaria la consulta a un nutricionista.
  • Hemorroides: varices que se forman en el ano. Las deposiciones muy duras o blandas pueden empeorar la situación, haciendo que estas sangren y sobresalgan hacia afuera. A pesar de que estas no ocasionen un problema grave de salud deben tratarse para poder eliminarlas por completo y reducir el dolor.
  • Embarazo con complicaciones: dado la alteración del tracto gastrointestinal que se encuentra más aprisionado de lo habitual por contener al bebé. Además en esta etapa suele presentarse mayor acidez e indigestión estomacal, lo cual puede incrementar los síntomas de la enfermedad.
  • Desmejora de la calidad de vida: como consecuencia de los síntomas y los malestares asociados al trastorno, que conllevan a una reducción de la vida social de la persona y a un incremento de ansiedad, depresión y estrés.
Fotografia del intestino
Fotografia del intestino

Colon irritable: dieta

La alimentación sin duda alguna es uno de los factores claves cuando se sufre del síndrome del intestino irritable, debido a que puede agravar los síntomas o puede evitar su aparición, por lo que llevar una dieta apropiada es de vital importancia para las personas que lo padecen.

Las principales indicaciones recogidas en la literatura científica que han demostrado cierta efectividad en el tratamiento del colon irritable son:

  • Reducción del estrés crónico y mantenido.
  • Ejercicio de alta intensidad (HIIT), mindfulness, yoga.
  • Una mejora de la cantidad y calidad de la vida social.
  • Dieta rica en probióticos.
  • Dieta baja en FODMAPs: con este tipo de enfoque nutricional se han publicado importantes mejorías en un alto porcentaje de pacientes (en torno al 50-90% de pacientes).
  • Dieta baja en carbohidratos: los mejores resultados para este tipo de enfoque nutricional se ha observado en el patrón de SII con predominio de diarrea.
  • Tratamiento con antihistamínicos: se está estudiando en la actualidad ya que estudios recientes parecen indicar que en los pacientes con SII existe un aumento de mediadores pro inflamatorios a nivel del tubo digestivo.

Colon irritable: alimentos a evitar

Algunos alimentos pueden potenciar la aparición de los síntomas del colon irritable, por lo que es conveniente evitarlos o sustituirlos por otros que aporten más beneficios.

  • Productos lácteos: suelen causar problemas en estos pacientes por dos motivos. En primer lugar contienen mucha grasa, la cual puede aumentar los episodios de diarrea y por otro lado, por una posible intolerancia a la lactosa que origina gases e hinchazón abdominal. La alternativa a ellos son las bebidas vegetales a base de almendras, arroz o soja. Importante consultar a un nutricionista para valorar tolerancia y sintomatología
  • Alimentos procesados y chocolate: su alto contenido en grasa dificulta la digestión y aumenta el nivel de inflamación. Además favorecen el aumento del sobrepeso, lo cual incrementa las complicaciones asociadas a este trastorno. En lugar de freír el alimento mejor optar por emplear otros métodos de cocción como el asado, horneado o la plancha.
  • Bebidas con gas, cafeína o alcohol: estimulantes que potencian los síntomas del colon irritable al irritar la mucosa gástrica. Se debe optar mejor por bebidas sin gas, no azucaradas y libres de alcohol.
  • Edulcorantes, condimentos y sustancias picantes: deben evitarse por completo salsas como la de barbacoa, el ketchup y edulcorantes artificiales por su alta concentración en fructosa, relacionada con aumento de brotes de la enfermedad.
  • Ajo y cebolla: pueden irritar la mucosa gástrica por lo que es mejor emplear otros condimentos como hierbas frescas y secas o aceite de oliva.
  • Verduras crudas y crucíferas: como el brócoli, coliflor, coles y coles de Bruselas ya que pueden ocasionar molestias abdominales incluso aún después de haberlas cocinado.
  • Alimentos ricos en fibra insoluble y gluten: como el salvado de trigo, los cereales de desayuno ricos en fibra, panes especiales altos en fibra o pasta integral por ser altamente sensibles en personas con patologías digestivas.
  • Legumbres: hay que evitarlas porque a menudo causan hinchazón, gases y diarrea. Reintroducir a posteriori tras mejora de síntomas, todo ello monitorizado por un dietista-nutricionista.
  • Frutas: que contengan altas concentraciones de fructosa, como albaricoques, cerezas, ciruelas, pasas, dátiles, manzana, peras y uvas. No se recomienda consumir ni néctares ni zumos de frutas, por su alto contenido de fructosa.

Colon irritable: recomendaciones

Se pueden asumir algunos hábitos que contribuyen a minimizar o evitar los síntomas del colon irritable:

  • Alimentarse de acorde a la edad y a la actividad que realiza: ésta debe de ser variada, incluyendo gran cantidad de vegetales como frutas y verdura.
  • Rutina de comida establecida: debido a que comer siempre a la misma hora puede contribuir a que no se produzcan alteraciones en el organismo causadas por irregularidades en los hábitos de comida, evitando que el tránsito intestinal funcione mal. De igual manera se debe procurar evacuar a la misma hora.
  • Comer despacio y masticar bien los alimentos: a veces el ansia y las ganas de comer hace que no seamos realmente conscientes de la cantidad de alimentos que ingerimos en un periodo de tiempo. Lo más recomendable es comer sin prisa y masticar los alimentos para facilitar el proceso digestivo.
  • Consumir agua diariamente: favorece el tránsito intestinal y la eliminación de los desechos sólidos.
  • El ejercicio físico, como caminar o nadar, contribuye a mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable. El simple hecho de caminar favorece la movilidad intestinal y el movimiento del producto de la digestión, favoreciendo así su eliminación.
  • Cuidar la salud mental: a través de la práctica de yoga, mindfulness o ejercicio.

Otros factores que intervienen en el Síndrome del Intestino Irritable

No solo la alimentación se encuentra relacionada con el síndrome del intestino irritable, sino que existen otros factores que influyen en la gravedad y la frecuencia de los síntomas, todos ellos relacionados con el estilo de vida del individuo. Los más importantes son los siguientes:

Tabaco y alcohol

Ya es bien conocido que estos hábitos no solamente perjudican y empeoran enfermedades, como el colon irritable, ya existentes sino que además predisponen a ellas.

En el caso del colon irritable los síntomas empeoran y se magnifican tras su consumo, dado a que son productos irritantes que pueden ocasionar daños en la mucosa gástrica. La mayoría de las personas que presentan esta enfermedad tienen una alta sensibilidad digestiva, por lo que son muy sensibles a ellos.

De igual manera, las personas que consumen bebidas alcohólicas en exceso pueden tener un aumento en síntomas como diarrea, náuseas, dolor abdominal e indigestión. Por ello, la eliminación de estos productos en nuestra dieta puede ayudarnos a combatir los síntomas y a prevenir la aparición de la enfermedad.

Actividad física

La actividad física es beneficiosa para reducir los síntomas del colon irritable (exceso de gases e hinchazón) por lo que en combinación con una dieta saludable y equilibrada puede ser parte del tratamiento del colon irritable y una forma de mantener en buen estado la salud en general. Pasear, trotar o nadar son algunos de los ejercicios que ayudan a mejorar la salud cardiovascular. Además, combaten el estrés y mejoran el estado de ánimo, dos factores de riesgo clave para el desarrollo de esta patología.

Salud mental

Las emociones se encuentran altamente relacionadas con el síndrome del intestino irritable. Cuando aparecen los síntomas físicos de la enfermedad, la persona puede responder a través de:

  • Cambios en la expresión emocional: Aumenta la ansiedad, ira, rabia, frustración, tristeza, desmotivación, entre otras alteraciones.
  • Alteración en hábitos diarios: abandono de actividades gratificantes, aislamiento social, descuido de alimentación, alteración del ritmo del sueño, déficit de ejercicio físico.

Muy importante aquí la profesión del psicólogo para el cuidado de la salud mental del paciente.

Como curar colon irritable Conclusión

El síndrome de colon irritable es una enfermedad que ha ido en aumento, y que muchos asocian al ritmo de vida que se lleva en la actualidad. El descuido de los hábitos alimenticios y el constante estrés en el que vive la mayoría de la población, sumado a los factores genéticos y del entorno que pueden incidir en su aparición, ha provocado el aumento de los casos.

Este síndrome afecta la calidad de vida de las personas, debido a los malestares físicos y emocionales que provoca, que hacen que la persona descuide su actividad laboral y altere su estado de conducta. Llevar una dieta equilibrada o una específica como la FODMAP para aliviar los síntomas y adquirir hábitos de vida más saludables forma parte del tratamiento a seguir. Aprender a manejar las emociones para que no alteren el equilibrio físico, también es una forma de luchar en contra de los efectos de esta enfermedad.

Es de vital importancia informar al paciente de que va a ser necesario un feedback por su parte y de que hay que ir tomando nota de las sensaciones que experimente, para poder adaptar completamente la dieta a él. Aquí es muy importante reforzar y motivar al paciente a que la siga, puesto que de su cumplimiento dependerá una mejora o no de la sintomatología asociada y de la calidad de vida del mismo.

El papel del nutricionista en esta patología es imprescindible, ayudando a la mejora y al bienestar del paciente, pero también son necesarios otros profesionales sanitarios para su abordaje, por lo que no solamente es importante su mejora en el desarrollo sino también su prevención a través de hábitos de vida saludables.

Este artículo no podría haber sido realizado sin la colaboración de Cristina Rosales Diaz Dietista Nutricionista, os invito a visitar su instagram profesional en este ENLACE

Bibliografía:

  1. Síndrome de Intestino Irritable; papel de la microbiota y probiótico-terapia Rafael Tojo González et al. Nutr Hosp. 2015;31(Supl. 1):83-88 ISSN 0212-1611 • CODEN NUHOEQ
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  6. Manual Máster en Nutrición Clínica y Endocrinología, ICNS (Instituto de Ciencias de la Nutrición y Salud)
Joaquín Puerma Ruiz
Joaquín Puerma Ruiz

Médico especialista en Endocrinología y Nutrición

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